jueves, 20 de febrero de 2014

El verdadero origen del Ampelmann

Im D-Zug-Tempo

Os dirán que el hombrecito verde/rojo de algunos semáforos de Berlín y alrededores tiene su origen en la Alemania oriental y blablabla, pero no. Aquí podréis conocer la verdadera historia de Ampelmann de Fusguenga, patrón de los peatones desamparados.

Antes de convertirse en el patrón de los peatones, era conocido en Alemania por su defensa del desarrollo sostenible y del medio ambiente. Fue el primero en iniciar una campaña de fomento del transporte a dos patas. Por eso, cariñosamente le apodaban "Fernando, el que va un ratito a pie y otro andando".

Fernando decía que los caminos del Señor eran inescrutables y las aceras, para los peatones; pero todos se reían de él. Biciclistas, patineteros y demás jauría de dos o más ruedas le tocaban el timbre o le gritaban Achtung, Achtung! mientras se reían al verle arrinconarse a un lado de la acera.

Viendo que tenía poco que hacer en el terreno de las aceras, pues los terroristas de la rueda eran muchos y se les habían unido los carteros, se centró en aumentar la seguridad de los peatones en el cruzamiento de carretera. Porque en Alemania los semáforos tienen menos paciencia que las cajeras del supermercado y además cambian de color sin avisar. He visto estrellas fugaces que, a su lado, caen en slow motion. De hecho, os voy a dar un dos por uno en cultura alemana: se dice, se comenta, corre el rumor de que aquí, si cruzas un semáforo sin que se ponga rojo antes de llegar al otro lado, el café te empieza a saber a café de verdad y no a pis de gato.

Bueno, teníamos a Fernando intentando mejorar la situación de los peatones. Trabajó durante días y noches y fabricó un botón amarillo que, al pulsarlo el peatón, hacía que el semáforo cambiase antes de color/durase más, los historiadores no se ponen de acuerdo.  Porque lo que Fernando no sabía, y aquí viene el drama, es que cuando las autoridades aceptaron integrar el botón en los semáforos -esperando que así Fernando dejase de tocar los cajones de una santa vez- modificaron su funcionamiento y, básicamente, no hacían UNA PUÑETERA MIERDA. Con perdón. 

Botón inútil.
El día de la inauguración de los botones alguien le dijo a nuestro protagonista: "Fernan, ¿a que no hay huevos a cruzar el paso con los ojos cerrados?" y él, que confiaba mucho en su invento, respondió: "Manzanas traigo", y aceptó el reto. Pero, ay amigos, como ya he dicho, los botones estaban trucados y el semáforo cambió a su velocidad habitual. Fernandito murió atropellado y se convirtió en nuestro Ampelmann de Fusguenga, patrón, santo y mártir (aunque murió en miércolir).

Las autoridades, sintiéndose pelín culpables, le rindieron un pequeño homenaje colocando su imagen en los semáforos.
Santo Ampelmann crucificado,
tú que quitas el pecado del mundo,
no nos dejes caer en la locomoción
y líbranos del patín.
Amén.

Y esta es la verdadera historia de este famoso muñequito luminoso.

7 comentarios:

  1. me he reído mucho con lo de mártir y miércolir aunque debo reconocer que me ha costado pillar de lo fusguenga. yo pensaba que era un pueblo de esos chungos como cantalapiedra o peñarandadebracamonte.

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    1. Jaja, ¡justo te vas a reír con lo que está pequeñito porque a punto estuve de eliminarlo!

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  2. Qué horror.

    Yo me quejo de cómo funciona este asunto aquí, pero veo que fuera está aún peor.
    Sabía que en Italia la ciudad es una jungla donde los coches están al acecho, pero resulta que en Inglaterra es poco más o menos igual y ahora me dices que en Alemania también es una odisea ser peatón...

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    1. Aquí o llevas ruedas o no eres nadie. Creo que por eso algunas personas van en silla de ruedas pero se mueven usando los pies. De eso aún no tengo foto, pero es digno de admirá.

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  3. Vaya con los alemanes, yo que les hacía más respetuosos con los andarines... Sorpresas te da la vida!
    La verdad es que recuerdo mi viaje a Munich y es cierto que los semáforos eran un poco Farruquito style.

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    1. Yo los hacía mas respetuosos así en general y va a ser que no. Aunque creo que es todo debido a la impaciencia que les invade.

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  4. tengo que decir que este es el post más chachi que he leído en muncho tiempo por lo imaginativo y todo nen

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