domingo, 13 de abril de 2014

El regreso de los rencorosos: un día en Frankfurt.

A las once de la mañana nos encontramos mi amiga Songhae y yo en la estación de Bad Homburg para ir a Frankfurt. Esta vez nos pidieron el billete, cosa que agradezco porque siempre lo compro y cuando no lo piden me siento una pringada.

Una vez en Mainhattan nos dirigimos al mercadillo. Uno de los de verdad, con cosas de segunda mano. Bonitas, feas, interesantes, hechas una mierda... De todo, de todo. Lo mismo te compras unas bragas que una bicicleta.

Después comimos en el pollo frito de Quentaqui. Justo al lado de la manifestación de los animalistas promoviendo el vegetarianismo. Con un par. 

Más tarde, de compras. Y os digo que dejéis ya de reíros de la gente que dice Bresca, porque es una palabra difícil para los guiris también. Así que no es cosa de chonis y madres. Amancio, que te den un pin por la gran idea del nombre. 

Por último, pero no menos interesante, fuimos al cine. A ver cómo regresaba el primer vengador. En alemán, por cierto.

En primer lugar, no me gusta haber esperado para ver solo a parte de los vengadores, y encima ni siquiera los más carismáticos. ¿Quién forma el grupo? Un tío con un frisbi del tamaño de una tapa de alcantarilla. Muy poderoso él, pero lo lanzas y no vuelve. Propongo que si algún día crean el Capitán Francia vaya armado con un set de petanca.
Bueno, y para mí si no puedes volar, ni eres super héroe ni nada, por mucho salto y mucho parkour que hagas.

Luego está la super quétipotengo. Con su super cuerpo, su super alisado, su super traje y su super personalidad borde. Dicen que se llama Natasha, pero lo mismo podía llamarse Izaskun.

Para rematar, hay un tío con alas, como las compresas. Pero las suyas resisten menos. Eso lo hacen para compensar el fallo de don Capitán Platillo.

Hay más buenos, un negro tuerto o una que acaba de desencantar a los seguidores de una serie de esas que llaman "mítica"; pero paso de ellos y me centro en el malo maloso: Robert Redford. Robert Redford como recién rescatado del campo de cultivo de Matrix. Como si desde Memorias de África no hubiese salido de la bañera. Y con muy mala baba.

Todos, buenos y malos, tienen más recursos que un bazar chino y más visión que Google maps. Aciertan con el punto exacto al que tienen que saltar o al que va a saltar el enemigo. Unos partizados todos, oye. Aunque poco respetuosos con lo que les rodea, pues dejan la ciudad hecha unos zorros. Y con unos brazos de darte una palmadita en la espalda y estar tres días dando vueltas.

Sobre los diálogos poco puedo decir. La sala se reía mientras Songhae y yo nos mirábamos con cara de circunstancia. Nosotras nos reíamos solo por haber entendido algo, nos conformamos con poco, oye.

Y sobre la trama, pues muertos que estaban de parranda, besos que nadie preveía, lealtades indestructibles, sorpresas al más puro estilo Diario de Patricia (mamá soy folclórica y ese señor no es mi padre), malos nazis y/o/u soviéticos (tengo que volver a verla en un idioma que entienda)... Muy original. 

Bueno, a ver, no es que no me haya gustado. Soy fan de este tipo de películas o las apocalípticas, que no se distinguen precisamente por su originalidad. Aunque supongo que esta podría haberme gustado más si hubiese entendido las gracietas. De todos modos, al no estar por ahí el señor Spark, tampoco tengo la sensación de haberme perdido demasiado.

4 comentarios:

  1. Hola Laurina
    Supongo que si antes del nombre lleva lo de Captain, ya te da una pista de quien es el jefe. Y no le quites mérito a su gran invento: la alcantarilla-escudo-frisbee-boomerang (juraría que, cuando le interesa, el juguete le vuelve).
    Imagino que en Kent Uzky, y ante la presión, pediríais una ensalada "bershka". Aunque, tal vez, a los animalistas les parece peor incluso que lo del pollo.
    Un saludo. Manu3l.

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    1. Yo también pensaba que volvía, pero en esta ocasión tenía que ir a buscarlo el señor Capitán en persona. Igual eran todo exigencias del guión y la tapa de alcantarilla tenía que parar su impulso.

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  2. No sé de qué hablas porque no veo esas pelis chachis, yo me limito a ver a Magneto en su época de joven, yatusabepoqué. Pero ole tú por haber ido a ver la peli en alemán, di que sí!!!!!!!!!

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    1. Ver, ese es el verbo clave: VER una película en alemán.

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